NELSON MANDELA, SU DISCURSO VISTO DESDE SU ESQUEMA ASTRAL
Por: Odry Freites, Cosmobióloga
Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite.
Es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta.
Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso?
En realidad, ¿quién eres tú para no serlo?
Eres hijo del universo.
El hecho de jugar a ser pequeño no sirve al mundo.
No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.
Nacemos para hacer manifiesto la gloria del universo que está dentro de nosotros.
No solamente algunos de nosotros: Está dentro de todos y cada uno.
Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo.
Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás.
Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite.
Es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta.
Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso?
En realidad, ¿quién eres tú para no serlo?
Eres hijo del universo.
El hecho de jugar a ser pequeño no sirve al mundo.
No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.
Nacemos para hacer manifiesto la gloria del universo que está dentro de nosotros.
No solamente algunos de nosotros: Está dentro de todos y cada uno.
Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo.
Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás.
Siempre
me ha llamado la atención el ver cómo las personas, “botan” el verbo
astrológico cuando hablan, a través su configuración astral.
Me causó mucha curiosidad cómo Nelson Mandela, en su histórico discurso de asunción presidencial en 1994, hacía énfasis en “nuestro miedo más profundo” y “es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta”.
Estas palabras me llevaron a indagar en su esquema natal para ver de
dónde salían frases tan intensas, como reveladoras y me encontré con lo
siguiente:
Nelson Mandela nació un 18 de julio de 1918 en Mvezo, Sudáfrica, a las 2:54 pm. Hora tomada de Astro Databank.
Nace con el sol bajo el signo del Cangrejo y posicionado en la casa 8.
El signo de Cáncer es regido por la Luna y su Luna está en Escorpión y posicionada en la casa 12.
El signo de Cáncer tiene como característica principal
los altibajos emocionales. Todo tipo de sentimiento de calor, cuidado,
amparo, protección, manutención, instinto de conservación, llanto, queja
y cualquier sensibilidad positiva o negativa que la persona manifieste,
tiene que ver con este signo. Todo se lo “guarda” para sus adentros. He
ahí que muchas veces los demás no sepan qué les pasa cuando están de
mal humor. Otra característica del signo es que le gusta mucho abrazar.
También rige la familia, la patria y la madre tierra.
La
casa 8 representa entre muchas cosas, la muerte, el infierno, la
desconfianza, la curiosidad por lo desconocido, el interés por
profundizar en los secretos más oculto, lo misterioso, los miedos más
profundos, los deseos no revelados. Sucesos que llevan a pasar por
situaciones muy, pero muy críticas, donde se hace necesario tocar fondo,
para luego salir a flote, porque solo cuando se toca fondo, es que se
puede trascender. Esta casa representa lo que está oculto bajo tierra y
no llega la luz solar.
Por
ser Cáncer, su regente es la Luna y nace con esta luminaria en
Escorpión, signo de las grandes crisis y grandes transformaciones,
muerte y renacimiento y ubicada en la casa 12, casa del exilio y el
encierro. He aquí uno de los indicativos de su encierro, 27 años, casi
un ciclo de Saturno. Se podría decir que en su faceta más negativa, fue
un alma “atormentada en el encierro”; o “iluminada en la oscuridad”, en
su lado más positivo.
Otro
hecho a tener en cuenta es que las personas con una casa 8 muy marcada,
por lo general, tienen hechos relacionados con muertes que suelen ser
muy dolorosos y Mandela, mientras estuvo en prisión, tuvo que vivir esa
terrible experiencia de la muerte de su hijo mayor, en un accidente de
tránsito y no poder asistir a su funeral, al igual que el fallecimiento
de su madre.
Por su Sol y su
Luna ubicados en signos y casas de agua, le acentuaba más en su mente
pensamientos relacionados con la muerte y el renacimiento. A
continuación alguna de sus frases más célebres:
“Mi
padre seguía gritando: Nodayimani, tráeme mi tabaco. El grito era
persistente, y finalmente se lo llevaron, le llenaron la pipa con
tabaco, se la encendieron y se la pasaron ya preparada, y entonces fumó y
murió fumando”.
“Si
yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo mismo otra vez. Lo mismo que
haría cualquier hombre que se atreva a llamarse a sí mismo un hombre”.
“Si tengo que morir, declaro para todos los que quieran saberlo que iré al encuentro de mi destino como un hombre”.
“Tenía
cáncer de próstata y lo comenté con mis amigos en la cárcel. Mirad
–dije– creo que mejor lo anunciaré públicamente yo mismo, porque si voy
al médico la gente empezará a murmurar: ¿Sabías que Mandela tiene
cáncer?”
“La
gente acabará matándome de amor porque todos quieren tocarme y
abrazarme, por lo que debo protegerme de los que me siguen, de los que
me admiran. Esto es para mí una fuente de gran pesar”.
“Aprendí
que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El
valiente no es quien no siente miedo, sino quien conquista ese miedo”.
“Estoy
seguro de que si voy al cielo me dirán, ¿quién eres? Yo diré: Bueno,
soy Madiba. ¿De Qunu? Yo diré: Sí. Entonces ellos me dirán: ¿Cómo
pretendes entrar aquí con todos tus pecados? Me dirán: Márchate, por
favor, llama a las puertas del infierno, puede que allí te acepten”.
“La
muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él
considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en
paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por
toda la eternidad”.



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